Bruno y su familia viven en Berlín. Al cabo de unos cuantos años, por problemas con el trabajo de su padre (oficial del ejercito nazi), Bruno y su familia se tienen que mudar de ciudad. Cuando Bruno ve su nueva casa no le gusta mucho, ya que había siempre muchas personas entrando y saliendo. A Bruno le encantaba ser explorador. Un día, investigando, descubrió a un niño llamado Shmuel. Era un niño muy pálido y delgado, y se hicieron desde el principio muy buenos amigos. A Bruno siempre le llamaba la atención que Shmuel llevara siempre la misma ropa, un traje de rayas azules y blancas. Shumel y Bruno se comunicaban a través de una alambrada, porque Shmuel vivía en un campo de concentración. Bruno, sin saber cómo era el lugar donde vivía su amigo, decidio un día cruzar la valla. Al principio parecía todo normal, pero, al cabo de unos minutos, los soldados entraron y los metieron en una cámara de gas.
OPINIÓN
El libro me ha parecido bien por una parte y mal por otra; me ha resultado muy interesante porque cuenta una parte de la historia de la que yo ya conocía algo.
Pero no me gusta porque es una lectura muy triste, porque yo no veo bien que, por ser de otra religión, te tenga que decir qué hacer y dónde estar; y porque es un ejemplo muy duro de lo que pasaron todas las personas que no pertenecían a la misma religión que ellos
Alba Lozano Martínez 1º ESO B