Un día, después de clase, me quedé sola recogiendo mis cosas. Cuando bajé las escaleras, me di cuenta de que todos habían salido y que la puerta estaba cerrada. Como no podía hacer nada, decidí ir a la biblioteca del instituto para coger un libro y quedarme allí a leer. Estaba sola; nadie me molestaría.
Pasaron las horas y se hizo de noche. La puerta se cerró de repente. No le di mucha importancia, porque pensé que sería el viento. Unos minutos después, los libros comenzaron a moverse y la verdad es que me asusté bastante. A los pocos segundos, empezó a salir un superhéroe, concretamente Batman, que me preguntó:
- ¿Eres nueva?
Yo me callé durante unos instantes. Después de intentar asumir esto, le contesté:
- Llevo poco aquí, pero ¿tú quién eres? - pregunté con miedo.
- Soy Batman, un superhéroe famoso.
- Sí, eso ya lo sé, pero ¿cómo estás vivo y puedes hablar?
- Esta biblioteca hace que por las noches salgamos.
- Pero, ¿cómo es posible?
- Hace muchos años, un maestro se encontró un puzzle y decidió hacerlo . Como era demasiado grande, no lo terminó y lo ocultó en la biblioteca. Desde aquel día, todos y todas salimos de los libros.
- Vale, pero ¿dónde están los demás?
- Tranquila, que irán saliendo poco a poco.
Y, así, fueron saliendo poco a poco. Pasé de tenerles miedo a convertirme en su amiga. Conocí a grandes inventores, como Isaac Newton, que me explicó cómo descubrió la gravedad. Yo ya lo sabía, pero me encantó cómo me lo explicó. También conocí a Cristóbal Colón, entre otros. Según ellos, mis ojos brillaban de emoción
Cuando estaba a punto de amanecer, después de una noche de risas, miedo, interés y aprendizaje, ellos me dijeron:
- No debes contar nada a nadie; si lo hicieras, encontrarían el puzzle oculto y moriríamos.
Yo respondí:
- No diré nada a nadie. De todas formas, no me creerían.
Ya de día, me di cuenta de que había pasado la mejor noche de mi vida y me dije:
- ¡Ojalá todos lo supieran!
ZAIRA CORNEJO ECHEVARRÍA 1º DE E.S.O. B
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