El Mago Y El Cazo Saltarín
Un mago tenía poderes mágicos y las personas aprovechaban para que les ayudara en sus problemas.
Al
mago no le gustaba ayudar a la gente. Por eso su cazo no le hacía caso;
por ejemplo, una mujer tenía una nieta que tenía verrugas y queria que
el mago se las quitara, pero, como el mago no quería remover el cazo, al
cazo y un pie de laton y daba saltos en medio de la habitación
produciendo un ruido espantoso al chocar con las losas del suelo.
No consiguió dormir en toda la noche por culpa del viejo cacharro y verrugoso cazo.
El
cazo no paraba de saltar tras él .Volvieron a llamar a la puerta: era
un viejo anciano que habia perdído la burra. Ella no podía llevar sus
mercancías al mercado donde trabajaba para que su familia no pasara
hambre. El mago le cerró la puerta en sus narices.
Al cazo se le añadieron rebuznos de burro y gemidos humanos de hambre. El cazo siguió todo el dia tras él brincando y brincando.
Esa
noche llamaron por tercera vez a la puerta: era una mujer que pedía
ayuda porque su hijo estaba enfermo. Le pidió ayuda al mago y volvió a
cerrarle la puerta en las narices. El cazo empezó a derramar aguas
saladas y ,sobre todo, se atragantaba, tenía arcadas y lloraba como un
bebé, aullaba como un perro y vomitaba queso enmohecido, leche agria y
una plaga de babosas hambrientas.
El mago no podía dormir porque,
aunque se separase, el cazo no paraba de seguirlo. El mago se cansó de
él hasta que salio fuera y dijo que solucionarían sus problemas. Se
solucionó todo y el cazo paró de hacer ruido y de moverse.
LUCÍA RAMÍREZ HERRERA 1º Y
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