miércoles, 13 de abril de 2016
NUESTRAS RESEÑAS
Trata de un niño muy bajito, llamado Santiago Pérez. Su ``amigo´´ es Ramón el patoso (ese nombre se lo puso Pequeñajo Pérez, pero nunca se atrevió a decírselo a la cara). En una puerta de su armario tenía un lugar que no conocía nadie. Con una cera se marcaba cada poco tiempo para ver si crecía. Vive muchas aventuras, consigue que una chica que le gusta le dé un beso y también logra que su ídolo de fútbol, al que encontró en un bar, le diera un autógrafo en una servilleta sucia y vieja.
LUCÍA TORRES CONDE 1ºX
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