Trata
sobre un chico que no estaba a gusto con su cuerpo. Él sentía que su
cuerpo era imperfecto, es decir, que era muy grande, peludo etc..
En el instituto se reían de él, porque era un chico que tenía mucho
pelo. Incluso él decía que se tenía que afeitar tres veces por semana,
porque, a su edad, ya tenía barba.
Después de la muerte de su padre, su madre piensa que Dylan (así se llamaba el chico) estaba obsesionado con él.
Un
día, Dylan estaba jugando en el tejado de su casa. De repente, resbaló y
cayó. Una vez en el médico, Dylan se encontró con la pierna escayolada.
Su madre entró a su habitacion y dijo: hola
hijo mío ¿estás bien? ¿qué te ha pasado? ¿cómo te has caído? Él le dijo
que estaba jugando a la pelota, resbaló y cayó, pero eso no convenció a
su madre y no lo creyó.
Así
que su madre decidió mandarlo a una terapia (un psicólogo). Él se negó
rotundamente, pero, al final, la inteligencia de su madre convenció a
Dylan.
El primer día conoció a una chica. Ella estaba allí por otros motivos. Empezaron a gustarse. Así, Dylan y Jaimi comenzaron una amistad.
Lucía Checa Contreras 1ºA
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