lunes, 15 de julio de 2019

MARIA ÁNGELES LARA CONSUEGRA: CAMBIEMOS EL CAMBIO


MI VISIÓN POÉTICA DEL CAMBIO CLIMÁTICO

OSO POLAR
Blanco soy, mas ahora negro por dentro,
cual oscura soledad y tristeza,
que hasta la más mínima pureza
destrozaste sin miramiento.

Pensabais en vosotros,
sin mirarnos a nosotros,
pensando en vuestro beneficio,
ignorando nuestra pérdida.

Tristes los ojos que miran,
puro el corazón que ayuda,
negra el alma de quien jura
y no cumple su palabra.

No, no quiero,
no quiero acabarme,
a terminarme rehúso.
Pero unamos nuestras manos,
nuestras manos juntemos
para acabar con todo 
y ayudar a que no se derrita el polo.

JUVENTUD
Dime, gobernante,
¿eres capaz de luchar contra un león y salir triunfante?
Si la respuesta es no,
¿por qué he de dejar mi vida en tus manos?

Dígame, mi rey,
¿incumplió usted alguna vez la ley?
Si la respuesta es no,
mire a su alrededor.

No queremos esperanza,
no queremos compasión,
sino que al cambio climático,
le den una solución.

Los adultos solo pensáis 
en lo que al dinero respecta,
ignorando el hogar
y las posibles consecuencias.
Consecuencias que ya están aquí 
y, cuando estáis a punto de ahogaros 
y os dais cuenta de que el dinero no puede ayudaros esta vez,
cerráis la boca, intentando retrasar lo inevitable.

Y seremos nosotros los que pagaremos
las consecuencias de vuestros actos,
sin haber podido elegir nuestra vida,
sin poder hacernos una idea de qué hubiera sido de nosotros
Si hubierais parado esto antes.

Pero abramos los brazos,
sintámonos mejor,
que nosotros no os guardaremos rencor
si aún estáis dispuestos a ayudar.

Solo quería vivir en paz y pasó, no sé,
tal vez, nací para esto.
Tal vez nací para vivir las desventajas de vuestro día a día.
No yo, sino toda la biosfera y el biotopo
sufren día a día las consecuencias de vuestra pereza.
Los adultos que llenáis vuestros bolsillos con el sufrimiento de otros
solo os preocupáis de llenarlos más aún,
aunque os estéis ahogando cada vez más,
aunque para ello deba acabarse el planeta.

PLANETA
Os criasteis dentro de mí,
gracias a mí,
aunque no os pareció suficiente.

Nunca me quejé,
y hogar y recursos siempre os presté.
Os he ayudado
y como juguete me habéis tratado.
Me siento usada, decepcionada,
sin fuerzas para continuar,
aunque eso a vosotros os da igual.






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