UNA NOCHE EN LA BIBLIOTECA
A la hora del recreo del
instituto, en vez de ir al patio, fui a la biblioteca. Miré algunos libros, leí
algunas contraportadas, etc. Pero sonó la campana y, aunque las personas que
estaban sentadas en las mesas estaban recogiendo, yo seguí mirando libros y, al
final, me decidí por uno: "Bajo la misma estrella." Pero, cuando iba
a entregárselo a la bibliotecaria de ese día, me di cuenta de que no había
nadie y que la biblioteca estaba cerrada. ¡Me había quedado encerrada! Como
estaba en una esquina, nadie se dio cuenta de que yo seguía allí. Esperaba que
alguien volviera, pero nadie volvió, así que pasaron las horas y se hizo de
noche.
Yo me preguntaba cómo le
explicaría a mi madre lo que había ocurrido. Entonces apareció una persona, que
no sabía de dónde había salido, hasta que le vi la cara: ¡era un personaje del
libro que me iba a leer! Lo sé porque en la portada del libro aparece una foto
de él y de Bella, que es otro personaje, y porque me había leído la
contraportada.
Le pregunté por qué estaba
allí y me dijo que en la biblioteca, una noche al mes, salían los personajes de
cada libro y hacían batallas, juegos, concursos, etc. No sabía qué decirle,
pero estaba un poco asustada, porque hay personajes buenos, pero también malos.
- ¿Cómo te llamas?- preguntó.
- Me llamo Ainara, y a ti no te pregunto, ya sé quién eres, porque me
iba a coger el libro en el que apareces.
-Me alegra que te vayas a leer el libro. Por cierto, ¿cuándo van a venir
los demás personajes?
-No lo sé.
Justo en ese momento,
aparecieron más personajes, como Bella, Caleb, Nikki... Bella dijo que no había
podido llegar antes, porque estaba en una conferencia. Caleb dijo que no podía
venir, porque estaba con su facción, aunque al final vino. Nikki dijo que estaba
escribiendo en su diario y se le había olvidado que tocaba reunión.
Después de que cada uno
explicara lo que había pasado, nos pusimos a hacer juegos, comentar películas
basadas en los libros, luchas... Todos se lo estaban pasando muy bien, excepto
yo, que quería estar con mi familia; en otras circunstancias, esto habría sido
alucinante. Además, me preocupaba lo que podría pasar después, tenía miedo,
miedo porque ocurriera algo, porque algún día se me escapara y se lo contara a
alguien...
- Chicos, ¿me podéis ayudar a abrir la puerta?-dije.
- No podemos, me dijo Peter.
-¿Por qué no podéis?
-Porque no podemos salir de la biblioteca y, si la abrimos, sería como
si lo hiciéramos.
-¿Qué pasaría si lo hiciérais?
-Que no podríamos volver nunca más a los libros.
Pues vaya, estoy rodeada
de personas y no me pueden ayudar; y no
solo personas, sino también superhéroes.
El tiempo fue pasando y se
hizo de día. Se tenían que ir, pero, antes de irse, me dijeron que no se lo
podía contar a nadie, y así lo prometí.
Por la mañana abrieron la
biblioteca y, cuando me encontraron allí, se quedaron sorprendidos. Me
preguntaron qué hacía allí y les dije
que me había quedado encerrada. Enseguida llamaron a mi madre, que estaba muy
nerviosa, porque no había llegado a la casa después del instituto.
Al cabo del rato, llegó mi
madre y le conté lo ocurrido, menos lo de los personajes. Me dijo que se había
preocupado mucho, pero que menos mal que solo fue un susto, y nos fuimos a
casa.
Ainara Moreno Valenzuela 2º de E.S.O. B
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