viernes, 30 de octubre de 2015

NUESTRAS RESEÑAS: EL SECRETO DE LAS HADAS DE LAS NIEVES



En Ratfornd, las chicas del club de Tea,  Paulina, Colette, Piolet, Nicky y Pamela estaban decorando el instituto con un gran árbol de Navidad. Mientras las chicas del club de Tea preparaban el árbol, Tea estaba preparando los cursos de periodismo de aventuras. Tea estaba en su habitación para organizar el montón de papeleo que tenía en la mesa. De pronto, sonó el teléfono: era Will Mistery, para preguntarle si había recibido su carta. En la carta decía que las chicas del club de Tea le habían ayudado mucho y daba las gracias por eso. Tea, cuando se enteró, fue rápidamente a darle una sorpresa a las chicas. Cuando Tea llego a la universidad, las chicas se alegraron mucho de verla allí. Por la mañana, en el club de Tea, recibió una invitación de Will Mistery para que fueran al departamento de las siete rosas ( en él se estudian los mundos mágicos). Las chicas partieron al departamento de las siete rosas, pero allí no había nadie, así que las chicas entraron a inspeccionar la nave. Cuando entraron, se encontraron con NR961 (ordenador de ultima generación). El NR961 le informó de que le habían dado una misión: llegar al departamento de las siete rosas buceando y, en ese instante, el ordenador se apagó. Las chicas obedecieron, pero no sabían de qué se trataba exactamente. Cuando llegaron a la puerta del departamento de las siete rosas, encontraron como un rayo de luz blanca. Subieron a la superficie y allí encontraron a Will en una nave submarina. Will les estaba explicando por qué había dicho a las chicas que fueran al departamento,  pero, en ese momento, Will oyó un ruido en el que decía que alguien entró en el ascensor mágico. Cuando abrió las puertas del ascensor,  era una Tanaki (animal mágico del mundo de Mukashi Banashi burlona que cambia de forma). El mapache pidió ayuda; decía que su mundo estaba en peligro y que necesitaba ayuda. En ese momento, se subieron en el ascensor para ir al mundo de Mukashi Banashi. Cuando llegaron, estaba todo cubierto de nieve. Violet encontró unas huellas en el suelo. Se pusieron a perseguirlas, pero eran de un conejo rosa. Luego se convirtió en una rana, después aparecieron siete cerezas y, por ultimo, en un mapache. Era nuestro amigo Tanaki, pero, cuando se convirtió en un mapache, empezó a decir una adivinanza . Esa adivinanza le llevaba a unos seres muy extraños como los Tengus (seres de alas rojas que parecen aves),  que le darán una pista más cerca del problema. Oroki es un dragón de siete cabezas que no les dejará pasar el puente sin su permiso. Las hadas de las nieves son unas extrañas criaturas que, con un suspiro, congelan cualquier cosa. Las hadas Kitsunes son bellísimas y elegantes criaturas con una larga cola de zorro. Los duendes kijimunas son expertos en pesca y navegación y con ellos tendrán una experiencia en el mar un poco sorprendente. Umibozu es un enorme monstruo marino, similar a un pulpo. Bahu es un ser divertido con forma de un elefantito capaz de meterse en sus sueños, con lo que les ayudará a comprender la historia de dos seres muy distintos . Los chicos se enfrentarán con un pulpo  enorme, que tenía una amistad con un tiburón, como el pulpo de grande y con tres aletas. Se encontrarán con un pez gato inmenso que vive en el pantano y que tiene una perla en un agujero encima de los ojos . Esa perla es la responsable de que una flor blanca crezca y, sin ella, no habrá vida. Pero una noche, cuando el pez gato dormía, se la robaron y, sin esa perla, la flor no crecería. Los chicos necesitaban la ayuda de Bahu para que se metiera en el sueño del pez gato y supieran quién robó la perla . Cuando entró en el sueño, vio un " duende que estaba enamorado de una ninfa cuyo amor era imposible, porque eran dos criaturas distintas y el padre de la ninfa no dejaría nunca que se casara con él ". Como la piedra tenia poderes mágicos, el duende robó la perla para dársela s su padre, para que aceptara su amor. Cuando los chicos encontraron al duende y le explicaron la situación, enseguida fueron a ver a la ninfa cuando se enteraron de la noticia. Corrían el riesgo de que no se pudieran ver más,  pero, aunque no se vieran, salvaban  su mundo. Cuando fueron a devolverle la perla a su dueño y le contaron la historia de amor, cogió la perla y la partió en dos para que la otra mitad se la dieran al padre de la ninfa y aceptara su amor .

ANA DE DIOS ROMÁN PALACIOS 1ºX

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