miércoles, 7 de noviembre de 2018

AINARA MORENO VALENZUELA: UNA NOCHE EN LA BIBLIOTECA



UNA NOCHE EN LA BIBLIOTECA

         A la hora del recreo del instituto, en vez de ir al patio, fui a la biblioteca. Miré algunos libros, leí algunas contraportadas, etc. Pero sonó la campana y, aunque las personas que estaban sentadas en las mesas estaban recogiendo, yo seguí mirando libros y, al final, me decidí por uno: "Bajo la misma estrella." Pero, cuando iba a entregárselo a la bibliotecaria de ese día, me di cuenta de que no había nadie y que la biblioteca estaba cerrada. ¡Me había quedado encerrada! Como estaba en una esquina, nadie se dio cuenta de que yo seguía allí. Esperaba que alguien volviera, pero nadie volvió, así que pasaron las horas y se hizo de noche.
         Yo me preguntaba cómo le explicaría a mi madre lo que había ocurrido. Entonces apareció una persona, que no sabía de dónde había salido, hasta que le vi la cara: ¡era un personaje del libro que me iba a leer! Lo sé porque en la portada del libro aparece una foto de él y de Bella, que es otro personaje, y porque me había leído la contraportada.
         Le pregunté por qué estaba allí y me dijo que en la biblioteca, una noche al mes, salían los personajes de cada libro y hacían batallas, juegos, concursos, etc. No sabía qué decirle, pero estaba un poco asustada, porque hay personajes buenos, pero también malos.
- ¿Cómo te llamas?- preguntó.
- Me llamo Ainara, y a ti no te pregunto, ya sé quién eres, porque me iba a coger el libro en el que apareces.
-Me alegra que te vayas a leer el libro. Por cierto, ¿cuándo van a venir los demás personajes?
-No lo sé.
         Justo en ese momento, aparecieron más personajes, como Bella, Caleb, Nikki... Bella dijo que no había podido llegar antes, porque estaba en una conferencia. Caleb dijo que no podía venir, porque estaba con su facción, aunque al final vino. Nikki dijo que estaba escribiendo en su diario y se le había olvidado que tocaba reunión.
         Después de que cada uno explicara lo que había pasado, nos pusimos a hacer juegos, comentar películas basadas en los libros, luchas... Todos se lo estaban pasando muy bien, excepto yo, que quería estar con mi familia; en otras circunstancias, esto habría sido alucinante. Además, me preocupaba lo que podría pasar después, tenía miedo, miedo porque ocurriera algo, porque algún día se me escapara y se lo contara a alguien...
- Chicos, ¿me podéis ayudar a abrir la puerta?-dije.
- No podemos, me dijo Peter.
-¿Por qué no podéis?
-Porque no podemos salir de la biblioteca y, si la abrimos, sería como si lo hiciéramos.
-¿Qué pasaría si lo hiciérais?
-Que no podríamos volver nunca más a los libros.
         Pues vaya, estoy rodeada de personas y no me pueden ayudar;  y no solo personas, sino también superhéroes.
         El tiempo fue pasando y se hizo de día. Se tenían que ir, pero, antes de irse, me dijeron que no se lo podía contar a nadie, y así lo prometí.
         Por la mañana abrieron la biblioteca y, cuando me encontraron allí, se quedaron sorprendidos. Me preguntaron qué  hacía allí y les dije que me había quedado encerrada. Enseguida llamaron a mi madre, que estaba muy nerviosa, porque no había llegado a la casa después del instituto.
         Al cabo del rato, llegó mi madre y le conté lo ocurrido, menos lo de los personajes. Me dijo que se había preocupado mucho, pero que menos mal que solo fue un susto, y nos fuimos a casa.

Ainara Moreno Valenzuela 2º de E.S.O. B



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